Esta aportación demuestra una vez más, el claro compromiso cristiano de las hermandades, en tiempos que a muchos les ha dado por quitar los Crucifijos. Pues ahí va uno, que es todo Esperanza y Gran Amor, para todo viandante que pase por esta cada vez más recoleta calle malagueña, con nombre de Virgen, de Orden Religiosa y de Misterio.
El trabajo del bronce es ciertamente notable, no descartando los directivos de la Salud completar en un futuro la Cruz que cobija al Señor que tallara Álvarez Duarte.
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