El cuerpo a cuerpo fue espectacular, así como las órdenes y las poses de disparo. Este trabajo no se improvisa, más al contrario, se veía un gran cariño y profesionalidad en todos los detalles de estos aficionados a recrear y explicar la historia pasada.
En fin, calle Larios tomada por los franceses, que al final se rindieron por el ardor de los españoles. Curiosos uniformes y banderas, en pleno carnaval, pero con papeles que no eran disfraces.
Todo un lujo para Málaga y una gran atracción turística.
No hay comentarios:
Publicar un comentario