martes, 28 de octubre de 2008

Cambio de sede
































Subidos a los balcones de la Casa Invisible fuimos privilegiados testigos del paso del cortejo de la Agonía, desde un muro a un pozo, elementos emblemáticos de la Biblia, en un entorno de prostitución más ennoblecido que nunca con la sombra proyectada de Santo Domingo de la Calzada o el flamante San Juan Evangelista, que seguro se ha llevado una equivocada opinión de la ciudad que lo ha acogido.

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