Dos colgados en Chicago.

Justo cuando giraba Amor Doloroso hacia calle Granada, a eso de las 8,30 de la mañana, y yo hacía esta foto, aparecen dos personajes con dos megavasos de medio litro cargados de ginebra de garrafón (según se olía pese a la distancia).

Como comprenderéis acerqué la "antena" a ver qué decían estos dos pájaros, al ver un tronito y tanto enchaquetado madrugador. Quizá creían ser víctimas del delirium tremens o bien de una pastilla adulterada.

Pues cual fue mi sorpresa cuando uno de ellos reconoció "a la Virgen de la Pasión" y se santiguó (eso sí de manera descoordinada e incorrecta) ante la Señora. Para que luego algunos critiquen que saquemos los "santos" a la calle. Por unos segundos, una ingesta incontrolada de alcohol pasó a convertirse en un balbuceo de oración con el cuerpo cortado del amanecer y el falso bienestar del alcohol.