Como es lógico, mis principios me prohíben comprar el Diario El País, (el Boletín Oficial del Gobierno socialista y encima subvencionado por todos nosotros), pero cada vez que cae en mis manos en algún bar o en la universidad (donde lo regalan como rosquillas, haciendo proselitismo) le echo un vistazo para ver en qué nivel de manipulación se encuentra y al final acaba uno riéndose o descojonándose del sesgo que puede tener una noticia, real o ficticia.
Hoy pasaba por sus páginas y me encuentro con este chiste blasfemo, con más mala leche que robarle la recaudación a un vendedor callejero de la ONCE.
Hay que reconocer el ejercicio de maestría de la viñeta, y su alta dosis de anticlericalismo (ya quisieran los del año 31) con el iconito del Sagrado Corazón que cuelga en la puertas de miles y miles de casas y esas letras cutres, casi borrosas que subliminalmente nos dicen que todos los curas son pederastas, pero todos todos, y cuidado padres con los curas que seguro acabarán metiéndole malo a su hijo o hija y luego la Iglesia los protegerá corporativamente.
Está claro que hay abusos en todos los colectivos en que haya mayores y menores y no por eso se podría concluir que todos los profesores de ballet abusan de sus alumnas o en todos los gimnasios hay gente mirando por ranuras o en todos los campamentos de verano hay mil historias.
En fin, lo mismo de siempre. ¿Os imagináis esta viñeta con Mahoma? Pues no, es simplemente imposible, ya que habría sido censurada por el funcionario del partido de turno.
Qué pena de aquel Diario independiente de la transición española, ya que lo que hay ahora es simplemente patético, blasfemia en estado puro.
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