La obra, de grandes dimensiones, 195 x 135 cm. ha sido realizada por el ceramista Pablo Romero Boldt, que nos reconoce que es uno de sus trabajos más laboriosos que ha realizado, por haber utilizado como modelo un lienzo en mal estado de conservación por las humedades y algunas fotografías, por lo que ha tenido que recrear y definir múltiples rostros de religiosos.
En la parte superior aparece San Antonio María Claret, que sostiene una palma como símbolo de su Ascensión a los Cielos, así como el Inmaculado Corazón de María que le ofrece una corona de laurel. Además, la pieza se encuentra centrada por los principales miembros de la congregación en un rico programa gestual, con un cuidado tratamiento de las manos y las miradas
Destacar asimismo el estudio de las proporciones de los sacerdotes, que parecen hablarnos y saludan desde el cielo, en un interesante contraste entre marrones y azules, tonalidad esta última que es la referencia en la trabajada orla que envuelve al conjunto, que está rematada por dos ángeles y motivos eucarísticos de espigas y uvas.
En la parte inferior del mosaico se pensó en un principio la colocación de una reliquia de San Antonio María Claret concedida a la Parroquia, para lo que se habilitó un relicario circular, aunque finalmente se ha desistido de esta idea por motivos de seguridad.
El mosaico se ubica en la capilla del propio Santo, en la nave derecha del templo, que se encuentra presidida por una escultura anónima del mismo, procedente de la localidad de San Roque.
Con esta obra, todo un reto para cualquier pintor ceramista, Pablo Romero demuestra una vez más su versatilidad y dominio del oficio ante un encargo tan peculiar
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