Pues sí, ha sido una gran alegría ver ayer las placas de la flamante Plaza Virgen Mediadora. Para aquél que no conozca la zona, está ubicada encima del aparcamiento privado que hay entre la calle Frigiliana (calle principal de la urbanización Parque Mediterráneo, en sentido norte- sur, con el barrio de las Delicias, justo al lado del Bar Los Pérez, en el que por cierto se come bastante bien.
Por esta plaza pasa todos los Viernes de Dolores la procesión de Mediadora, ya de regreso al barrio, más bien por un acceso peatonal de la misma, ya que existen dos alturas bien diferenciadas.
Y habitualmente se le interpreta la Marcha Fúnebre, en recuerdo de los hermanos fallecidos de la corporación
El hecho de nominar la plaza con la advocación de la Virgen es un anhelo que surgió allá por el 2000 ó 2001, y que ha pasado por distintas etapas, hasta su concreción actual, ya que requiere distintos trámites y sobre todo un lógico respaldo, una buena argumentación y la aprobación por parte del Ayuntamiento. Además, el lugar no debe tener un nombre previo, como fue el caso.
Con la futura incorporación del trono grande de la Virgen (esperemos que más pronto que tarde) el paso por dicho enclave será bastante complicado, por no decir imposible, ya que en la parte central del callejón peatonal hay un recodo que imposibilitaría (creo) un giro normal, más aún para un trono de 6 varales. Bendito problema, tener que cambiar de recorrido por ello.
La hermandad, y antes la asociación, se ha caracterizado por cuidar la faceta del patrimonio cerámico, de ahí que tal vez sea un anhelo el ubicar un retablo cerámico o mosaico en dicha plaza, aunque obviamente las inversiones patrimoniales están supeditadas al nuevo trono, más aún en una cofradía no agrupada, y sin subvención.
Quizá, el mayor inconveniente sea que una plaza con un nombre tan bonito y mariano esté tan abandonada con pintadas por doquier. Tal vez los cofrades mediadores tenemos ahora el reto de mantenerla limpia. Así, me ofrezco a colaborar, brocha en mano, a quitar tanto grafiti, y que el único color sea el blanco de los pisos, el verde del césped y el azul de las dos placas que se han colocado, que parecen a conciencia recordar el color de las velas nazarenas o de las túnicas.
Por desgracia, la inauguración de las placas no coincidió con el paso del cortejo por dicho punto, o bien en la mañana del Viernes de Dolores. Desconozco los motivos, ya que se colocó, parece ser, a finales de abril.
Jose Manuel Leiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario