Nuestro colaborador Alan Antich junto a unos amigos tuvieron la feliz idea de regalar a los novios un mosaico que desarrolle este compromiso cristiano, centrado por una figura de la paloma del Espiritu Santo enmarcada en una guirnada de ángeles sobre un fondo flamígeros de rayos, como las lenguas de fuego de Pentecostés.
El trabajo ha sido realizado por el ceramista malagueño Pablo Romero en un tamaño de 0,45 x 0,60 m, quedando enmarcado para su colocación en el interior del domicilio.
La celebración eucarística tuvo un momento especial cuando se acercó el mosaico al altar mayor para proceder a su bendición.
Una vez más se confirma que invertir en cerámica como regalo de bodas es una opción más que interesante y queda como mensaje y recuerdo para toda la vida.


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