A los carnavaleros y cofrades se nos ha muerto Miguel González Arjona, un auténtico todoterreno amante de Málaga y de queridísimo barrio de San Andrés, donde era todo un referente. Sin duda, San Andrés y sus vecinos están de luto por esta pérdida, ya que consiguió poner este barrio en el mapa festivo de la ciudad, desde Navidad a feria, pasando por el carnaval, la Semana Santa o el día del Carmen. Está claro que hubo un antes y un después en San Andrés, que el que no pudieron ni los tornados.
Miguel era amigo de sus amigos y a todos ofrecía su ayuda sin pedir nada a cambio. Además, no buscaba protagonismos sino que siempre trabajó en segundo plano. Así, el trono de la Virgen del Mar ha navegado por todos los confines malagueños, desde Goretti al Tarajal pasando por Huelin y donde se terciase. Le ha faltado ponerse la escafranda y salir corporativamente en el Carmen de los submarinistas.
Conocía a Miguel una mañana del 12 de octubre de 2000 en un rosario de la aurora de la Virgen Mediadora suspendido por lluvia. Vino con gente de San Andrés a conocernos oficialmente y a tomar nota de como se hacían las cosas por el barrio de las Delicias. Luego su hermandad de la Virgen del Mar fue creciendo poco a poco hasta la realidad que es hoy en día. Seguro que esta bella Virgen de ojos azul mar lo ha acogido bajo su manto celeste y ha sido preso de las redes, mientras es guiado camino del cielo por el timón que lleva en sus delicadas manos.
El mejor homenaje que le podemos hacer a Miguel es seguir trabajando el clave cofrade como él lo hacía. Los proyectos e ideas que pasaban por sus manos se convertían en realidades tangibles. Así, Miguel fue el impulsor de los Encuentros de hermandades de barrio, de cruces de mayo, de verbenas, de la procesión del carmen de San Andrés, consiguiendo el hasta entonces imposible de cortar el tráfico en la Carretera de Cádiz, y como no del Carnaval y su histórico disfraz de cosaco, metiéndose en el papel como a él le gustaba.
Las salidas en bici por el distrito oeste acababan a veces en una visita a la Peña Carnavalesca para departir sobre los temas cofrades de actualidad y tomarnos un refresco en la neverita, viendo los múltiples cuadros que no dejan ver sus paredes, con el fondo del parchís que se juega casi de continuo.
San Andrés tiene una deuda con Miguel, al igual que el resto de malagueños. Por desgracia se ha quedado en el tintero el proyecto de homenaje que estaba pensando para los próximos meses, idea que se fraguó al comprobar que estaba algo fastidiado en las mesas redondas que se realizaron recientemente en Llagas y Columna.
Sin duda en poco tiempo la futura plaza en la proyectada ermita de la Virgen del Mar se llamará Plaza Miguel González. Es lo mínimo que podemos hacer aparte de rezar por su alma.
Jose Manuel Leiva.
1 comentario:
J. Flores, es evidente la gran pérdida sufrida. y se echará en falta en todos aquellos circulos de los que él formaba parte.
Pero referente al nombre de la plaza, quedaría mejor como mejor era conocido, Plaza Miguel Gonzalez "El Cabeza"; descanse en paz.
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